miércoles, 5 de noviembre de 2008

Lectura para niños con Síndrome de Down

Nuestro gran reto para conseguir que los niños con síndrome de Down lleguen a alcanzar una vida rica y llena de posibilidades va a ser estimular y activar el desarrollo de su cerebro mediante una inteligente, paciente y constante intervención educativa.

Es importante que esta intervención se inicie precozmente, porque es cuando el cerebro se encuentra más receptivo. Por eso iniciaremos pronto los programas de Atención Temprana. Pero es igualmente importante continuar la formación integral de los escolares con síndrome de Down, potenciando sus aprendizajes en el centro escolar y fomentando actividades adecuadas para los tiempos de ocio que completen su desarrollo global.



Materiales Didácticos.

La educación de un bebé o niño ciego



El papel de la sociedad delante de un niño que tenga un
a discapacidad ocular es sumamente importante para que el niño se sienta integrado, considerado y respetado. Un niño con algún impedimento, si es bien atendido, educado, y aceptado, podrá hacer las mismas cosas que cualquier otro niño, sólo que de un modo distinto. La actitud de respeto debe empezar desde el momento en que se detecte la discapacidad. No hay que limitar sus posibilidades por la simple razón de que el niño tenga una dificultad. Al contrario, hay que animarle y enseñarle las vías por las cuales podrá hacer lo que desea.


La conciencia de reforzar a que un niño ciego pueda lograr lo que un niño sin discapacidad lo consigue, debe estar presente en todos los rincones de la sociedad, en casa, en la escuela, en calles, parques, etc. Lo que no se puede permitir es que se le tenga pena a un niño ciego. Le estaremos quitando la oportunidad de que sea y se sienta productivo en la sociedad.


Aspectos del desarrollo del niño ciego


La sensibilidad cutánea, la capacidad del tacto, y la audición son capacidades que se debe
estimular y desarrollar por un niño ciego. A través de esas sensaciones, el niño podrá conocer su espacio. El oído, por ejemplo, permite al niño diferenciar sonidos, localizar y detectar obstáculos e
identificar personas y objetos. Cuanto a los sentidos químicos, el gusto y olfato, no existen estudios relacionados.


La educación de un bebé ciego tiene como objetivo conseguir su maduración y desarrollo de acuerdo con sus posibilidades. El papel de los padres es importante. Deben considerar que:


- Deben fomentar la exploración del bebé de las distintas partes de su cuerpo.

- No deben impedir la actividad motriz por miedo a las caídas.

- El desarrollo del tacto y el oído es importante para que el niño perciba los sonidos y descubra de donde proceden.

- Deben fomentar los comportamientos preverbales del bebé (la sonrisa, el llanto...).

- Deben estimular la exploración del entorno, asignando palabras a los objetos.

- Deben ayudar al niño a desarrollar actividades de la vida diaria como coger el biberón, el chupete, utilizar los cubiertos, vestirse y desvestirse solo, indicar cuando se orine, etc.


Algunos árticulos relacionados con este tema son los siguiente:




Niños con problemas psíquicos

Entre los problemas psíquicos más importantes en la edad infantil, que pensamos que cabe destacar son: el Síndrome de Down y la Epilepsia.




El síndrome de Down es un trastorno cromosómico (
causado por la presencia de material genético extra del cromosoma 21), que incluye una combinación de defectos congénitos, entre ellos, cierto grado de retraso mental, facciones características y, con frecuencia, defectos cardíacos y otros problemas de salud.





¿Qué problemas de salud pueden tener los niños con síndrome de Down?

Las perspectivas para las personas con síndrome de Down son mucho más alentadoras de lo que solían ser. La mayoría de los problemas de salud asociados con el síndrome de Down puede tratarse. Las personas con síndrome de Down tienen más probabilidades que las personas no afectadas de tener una o más de las siguientes enfermedades:

  • Defectos cardíacos.
  • Defectos intestinales.
  • Problemas de visión, como esotropía (visión cruzada), miopía o hipermetropía y cataratas.
  • Pérdida de la audición. Aproximadamente el 75 por ciento de los niños con síndrome de Down tiene deficiencias auditivas.
  • Infecciones. Los niños con síndrome de Down tienden a resfriarse mucho y a tener infecciones de oído y, además, suelen contraer bronquitis y neumonía.
  • Problemas de tiroides, leucemia y convulsiones.
  • Pérdida de la memoria. Las personas con síndrome de Down son más propensas que las personas no afectadas a desarrollar la enfermedad de Alzheimer (caracterizada por la pérdida gradual de la memoria, cambios en la personalidad y otros problemas).

Algunas personas con síndrome de Down presentan varios de estos problemas mientras que otras no presentan ninguno.

Algo muy importante relacionado con la NEE sería preguntarse:


¿Pueden realmente los niños con Síndrome de Down asistir a la escuela?

y la respuesta a esta pregunta es clara y concisa: Sí, ya que hay programas especiales a partir de la edad preescolar que ayudan a los niños con síndrome de Down a desarrollar destrezas en la mayor medida posible. Además de beneficiarse con la intervención temprana y la educación especial, muchos niños consiguen integrarse en clases para niños normales. Muchos niños afectados aprenden a leer y escribir y algunos terminan la escuela secundaria y continúan estudiando o van a la universidad. Los niños con síndrome de Down participan en diversas actividades propias de la niñez, tanto en la escuela como en sus vecindarios.

Otro de los problemas más frecuentes y que necesita una especial atención es
la epilepsia.

La epilepsia
es un padecimiento crónico, de etiología múltiple, caracterizado por presencia de "ataques", que pueden ser convulsivos o no convulsivos, con factor desencadenante o sin él.

Los estudiantes con epilepsia o que son propensos a los ataques son elegibles para recibir servicios de educación especial bajo el Acta para la Educación de los Individuos con Discapacidades (IDEA).

La epilepsia se clasifica como “impedimento a la salud” y la escuela y los padres tienen
que desarrollar un Programa Educativo Individualizado a fin de especificar los servicios apropiados.

Algunos ataques pueden interferir con las capacidades para el aprendizaje. Si el estudiante tiene el tipo de ataque caracterizado por un breve período de mirada fija, él o ella posiblemente pierda parte de lo que diga el profesor. Es importante que el profesor observe y documente esos episodios e informe a los padres.


Dependiendo del tipo de ataque o cuán seguido éstos ocurran, algunos niños pueden necesitar ayuda para poder mantenerse al mismo nivel de los demás alumnos.

Esta asistencia puede incluir adaptaciones en el estilo de instrucción dentro de la sala de clases, instrucción para los profesores sobre cómo asistir al niño durante un ataque, y
asesoría.

Es importante que los profesores y personal de la escuela comprendan la condición del niño, los posibles efectos de los medicamentos, y qué hacer en el caso de que el niño tenga un ataque en la escuela. La mayoría de los padres encuentran que una conversación con los profesores al comienzo del año da buenos resultados. Aunque el niño tenga ataques que son controlados mediante medicamentos, es mejor que el personal de la escuela esté informado sobre la condición del niño.


Para ayudar a los niños a sentirse más seguros de sí mismos y para que éstos acepten el hecho de tener epilepsia, la escuela puede proveer, al personal y alumnos, un programa de educación sobre la epilepsia, incluyendo cómo reconocer un ataque y primeros auxilios.

"Los estudiantes pueden beneficiarse más cuando la familia y la escuela trabajan juntos."




Los niños con sordera



La sordera es la dificultad o la imposibilidad de usar el sentido del oído debido a una pérdida de la capacidad auditiva parcial (hipoacusia) o total (cofosis), y unilateral o bilateral. Así pues, una persona sorda será incapaz o tendrá problemas para escuchar. Ésta puede ser un rasgo hereditario o puede ser consecuencia de una enfermedad, traumatismo, exposición a largo plazo al ruido, o medicamentos agresivos para el nervio auditivo.

Podemos encontrar, también, diferentes tipos de sordera.

Los riesgos en el nacimiento:


  • Si el niño al nacer no respiró bien y se mostró con un llanto débil o estuvo "moradito" o "pálido".
  • Si nació con un peso bajo, cursó con las bilirrubinas altas (se manifiesta con una coloración amarilla de la piel y de la parte blanca de los ojos llamada conjuntiva).
  • Si tiene alteraciones de nacimiento en la cara o en el cráneo.
  • Si hay antecedentes familiares de sordera.
  • Si el niño nace con alguna alteración genética, deberá consultar con el médico que lo atiende si puede asociarse con sordera, hay aproximadamente 200 padecimientos genéticos que cursan también con sordera.


Los riesgos para sordera de manifestación tardía o progresiva:

  • Todos los niños que han padecido meningitis, sobre todo si es bacteriana, tienen un gran riesgo de padecer alteraciones auditivas muy graves.
  • Todos los niños que sufren de infecciones del oído, sobre todo si se hacen crónicas.
  • Los niños que cursan con problemas de regurgitación, también llamado reflujo, porque al irritarse la faringe condiciona infecciones frecuentes que pueden complicarse con infecciones del oído.
  • Algunas sorderas familiares se manifiestan tardíamente, esto es, un niño puede nacer con audición normal, pero si en la familia hay sordos a veces la sordera se manifiesta después de la adolescencia, específicamente en un padecimiento que se llama otoesclerosis.
  • Si el niño tuvo algún padecimiento grave al nacer como: hemorragias cerebrales, padece displasias broncopulmonares o permaneció en un ventilador por más de 15 días, o tuvieron que realizar circulación extracorpórea para alguna cirugía del corazón.

Actualmente, son muchos los niños sordos que se están incorporando a los sistemas
convencionales de educación infantil y básica. Todos los niños tienen derecho a una educación igualitaria, aunque existen casos que requieren educación especializada y la integración no es la mejor opción. Por ello, a continuación, abordaremos el caso de aquellos niños con pérdida auditiva que han recibido educación oral y que han sido beneficiados con el uso de prótesis auditiva.


Educación igualitaria


¿Cuáles son los niños que pueden ser integrados a las aulas con otros niños que no presentan discapacidad? ¿Cómo saber si el niño sordo es capaz de llevar una educación igualitaria? Al recibir en su aula a un niño sordo, los maestros se enfrentan a dificultades diversas, como un incremento en su esfuerzo laboral enfocado a una educación especial. Además, en muchas ocasiones no cuentan con capacitación acerca de cómo facilitar el aprendizaje de estos niños, por tanto es posible que se angustien al ver el rechazo de los alumnos.

Es importante aclarar que la sordera no influye en la inteligencia del niño, no se relaciona con un retraso mental o psicomotor.


¿Qué es lo primero que la maestra debe saber?


Como profesionales de la educación y sobre todo como humanos, tenemos el beneficio de preguntar, hay cosas que no tenemos por qué saber y esto no nos debe apenar o frustrar. Al enterarnos de que un niño sordo ingresará a clase podemos concertar una cita con la madre y preguntarle abiertamente:

  • ¿Qué clase de sordera tiene?

- Pérdida auditiva superficial

- Pérdida auditiva media

- Pérdida auditiva profunda

- Anacusia


  • Si el niño utiliza alguna prótesis auditiva.
  • ¿Desde hace cuánto tiempo el niño utiliza los aparatos? Esto indicará su nivel lingüístico, ya que el desarrollo de la lengua varía si la sordera es detectada a los 3 años o a los 5 meses de edad.
  • ¿El niño recibe terapia actualmente? En el caso de que así sea, ¿es posible que como maestro se comunique y establezca contacto con el terapeuta? ¿cómo funciona un aparato auditivo? y ¿cómo hacer para facilitar el aprendizaje?, entre otras cosas.
  • ¿Qué metodología se ha utilizado en la educación del niño? Existen diversas metodologías educativas para los niños sordos, ya sea que se concentren en los estímulos visuales, como la lectura de labio facial; en los estímulos táctiles, o sólo en los estímulos auditivos, como la identificación de fonemas.
  • Y fuera del contexto educativo, ¿cómo se relaciona con otros niños?
  • Si realiza algún deporte, ¿cómo se desenvuelve? ¿Cuáles son las actividades favoritas del niño (juegos, cantos, mascotas, etc.)? ¿Qué intereses especiales tiene? Estos detalles le ayudarán mucho para establecer esa primera relación con su alumno ya que él se percatará de que se encuentra en un ambiente cálido donde se interesan en las cosas que le gustan.

    Todo lo que usted pueda averiguar acerca de su nuevo alumno le facilitará muchísimo la tarea.

El lenguaje: estrategias para maestros


Normalmente el niño sordo presenta defectos articulatorios o bien de estructuración del lenguaje que pueden hacer su forma de hablar poco entendible. El maestro puede realizar actividades simples para que el niño note la pronunciación o estructura adecuada, pero no es recomendable detenerse largo tiempo en esto, ya que la parte específica del lenguaje se trabaja en terapia y se perdería mucho tiempo en clase queriendo corregirlo. El objetivo primordial es que el niño adquiera los conocimientos y desarrolle las habilidades que el grado y programa escolar requieren.

Es de suma importancia que los maestros promuevan que los niños con deficiencias auditivas hablen con frecuencia para que puedan desarrollar esta habilidad de lenguaje, pero no se debe insistir demasiado si los estudiantes sordos no logran realizar la producción que se les enseña.

Asimismo, se debe motivar al niño a que exprese cuando no está entendiendo algo; esto puede evitar futuros problemas comunicativos y emocionales, ya que de mantenerse al margen de la comprensión, es fácil que el niño comience a alejarse de las actividades grupales. Por último, favorecer los vínculos comunicativos es parte sustancial de la integración.

Afortunadamente, los programas escolares actuales proponen el aprendizaje vivenciado que requiere de actividad, investigación, aprendizaje y práctica de valores humanos, para entender y aceptar a los demás, lo cual ayuda a construir una sociedad psicológicamente más madura, favorece la participación y cooperación constante entre los alumnos.





Transtornos del lenguaje en el niño

El lenguaje es un instrumento básico para la relación interpersonal; es un acto de comunicación que permite intercambiar ideas y emociones. Se halla estrechamente unido a la inteligencia y al pensamiento ya que para llegar al lenguaje tenemos que ser capaces de imaginar y recordar, tener el símbolo de las cosas sin que éstas estén delante.

Los trastornos del lenguaje son muy frecuentes en los niños y aquellos que los presentan tienen una elevada probabilidad futura de dar problemas psiquiátricos.

Entre los más frecuentes se encuentran:

  1. Retraso del lenguaje

Un retraso en la adquisición del lenguaje puede ser debida a múltiples causas pero es algo que genera mucha ansiedad en los padres.

Los retrasos en el lenguaje suelen acompañarse de trastornos conductuales y es importante que se haga un diagnóstico precoz. Puede estudiarse al niño a partir de los dos años estudiando el balbuceo, su capacidad de atención, el contacto ocular, la respuesta a los ruidos, si el niño comprende el lenguaje hablado, si tiene respuestas sociales, cómo es su lenguaje gestual...

Las principales causas del retraso en el lenguaje son por ejemplo un retraso mental, la sordera, autismo infantil, alteraciones neurológicas o el mutismo electivo.


2. Disfasia

Es un trastorno de la organización del lenguaje en evolución. Los niños que tienen este tipo de trastorno muestra un lenguaje desorganizado.


3. Dislexia

Es un trastorno en la organización del lenguaje escrito, en la lectura. Los niños disléxicos muestran dificultades en el aprendizaje de la lectura. Suele acompañarse de otras alteraciones como por ejemplo: disartria (alteración del ritmo de la escritura), dislogia (hablar con confusión de presente, pasado y futuro). Sus posibles causas son por factores genéticos, factores ligados a transtornos emocionales, etc.


Finalmente, decir que es muy necesario que los padres, como los maestros, tengan una información adecuada para enfrentar y actuar apropiadamente ante el niño con defecto del habla.

De allí que cuanto más pronto se traten de propiciar las medidas correctivas para los defectos del habla del niño, o se busque la ayuda especializada para tratar el problema, será mucho mejor, evitando las consecuencias negativas en el comportamiento futuro del niño.


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